Según datos de la asociación civil Luchemos por la Vida, los siniestros de tránsito constituyen una de las principales causas de morbi-mortalidad en Argentina y el mundo, son el motivo dominante de muerte en niños y jóvenes menores de 25 años, y en la mitad de los accidentes fatales de tránsito está presente el alcohol.
Hoy, está permitido, según la Ley Nacional de Seguridad Vial, manejar con hasta 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre (g/l) en el caso de vehículos particulares u 0,2 g/l en el de motociclistas, pero hay muchos proyectos de ley presentados que buscan reducir ese nivel de tolerancia a cero.
Una de estas iniciativas pertenece al diputado formoseño por la UCR Mario Arce, quien redactó este proyecto de ley que “busca hacer un aporte a mejorar la seguridad vial, dado que los incidentes de tránsito son una de las grandes causas de muerte en la Argentina”, según detalla en diálogo con 100% SEGURO.
“El alcohol es causante de violencia (en particular, violencia doméstica) y muertes prematuras, pero muy especialmente constituye una causa fundamental de traumatismos, siendo los más importantes los causados por el tránsito”, destaca Arce.
Asimismo, el diputado resalta que la propuesta toma como antecedentes legislativos las leyes de las provincias de Córdoba (Ley 10.801) y Salta (Ley 7846) y tiene fundamento en un pedido de los organismos civiles que trabajan para difundir la responsabilidad vial, quienes demandan constantemente la modificación de la Ley Nacional de Tránsito en la parte referida a la tolerancia de un mínimo estipulado en 500mm de alcohol en sangre permitido para conducir vehículos.
“Yo estoy comprometido con la labor de acompañar a todas las organizaciones que luchan por prevenir los accidentes de tránsito en el país. Por eso, tal como lo sugieren las Madres del Dolor en una serie de puntos que presentaron al Congreso el año pasado para reformar la Ley Nacional de Tránsito, resolvimos promover ese proyecto de ley para que no se pueda beber antes de manejar”, sostiene el diputado.
En ese sentido, el proyecto propone que se modifique el artículo 48 inciso de la Ley 2.449 de modo tal que establezca que “queda prohibido conducir con impedimentos físicos o psíquicos, sin la licencia especial correspondiente, habiendo consumido estupefacientes o medicamentos que disminuyan la aptitud para conducir. Conducir cualquier tipo de vehículo con un índice de alcoholemia superior al 0%(…)”.
Están comprendidos dentro de la disposición los conductores de motocicletas o ciclomotores; como así también los conductores de vehículos destinados al transporte de menores y de carga.
“No se debe beber alcohol al manejar. Sabemos que hay varios proyectos que proponen lo mismo, pero quise hacer mi aporte en este sentido para ayudar a reducir la siniestralidad vial en las rutas y ciudades del país”, afirma Arce.
Pero el mensaje debe ser repetido hasta el cansancio para que de una vez por todas sea aprehendido por la sociedad. Por eso, Arce es autor de otro proyecto complementario al anterior que busca que las bebidas alcohólicas que se comercialicen en el país lleven en sus envases, con caracteres destacables y en un lugar visible, la leyenda “Si conduce, no beba”, junto a aquellas que recomiendan “Beber con moderación” y “Prohibida su venta a menores de 18 años”.
“El objetivo es incorporar aspectos que puedan colaborar con prevenir los siniestros viales causados por el consumo de sustancias psico-activas como las bebidas alcohólicas. Es un aporte para comenzar a discutir la temática y para poner en agenda pública el cuestionamiento a la efectividad de las normas que regulan y limitan el consumo de alcohol a la hora de conducir”, explica el legislador.
Señala que la mayoría de los siniestros viales, así como sus consecuencias, pueden ser evitables si se actúa correctamente sobre sus determinantes. Y asegura que, en el informe “Análisis del sistema de creencias que motiva las conductas de riesgo de los jóvenes en relación al consumo y la seguridad vial en Argentina”, la Organización Mundial de la Salud (OMS) identifica a la conducción bajo los efectos del alcohol como uno de los factores de riesgo intervinientes en la problemática de la siniestralidad vial, señalando que conducir bajo tales efectos aumenta la probabilidad de ocurrencia de un siniestro y de que éste termine en muerte o traumatismo grave.
Es por eso que el autor de la propuesta de ley considera que se debe abordar el aumento del consumo de alcohol como un problema de salud pública, pero busca contribuir a combatir la problemática con un primer paso, el de colocar en las etiquetas de las bebidas alcohólicas el mensaje “si conduce, no beba”. Para ello, es necesario modificar un punto de la ley 24.788, que regula el etiquetado.
“Las propuestas están presentadas, pero aún no han sido tratadas porque se priorizan otras urgencias. Por eso, es un compromiso de toda la sociedad instalar estos temas en agenda para que el Poder Legislativo pueda darles tratamiento y, sin dudas, el sector asegurador puede colaborar desde su rol también, por ejemplo, a través de la publicidad, para avanzar en este sentido”, concluye.